jueves, 11 de diciembre de 2008

Indice



1 Historia de telefonía

2 Tipos de conectores








1 Historia telefonía


El teléfono es uno de los sistemas de comunicación más utilizados, ya que permite entablar conversaciones con personas ubicadas en cualquier sitio donde haya un aparato telefónico.

Antonio Meucci, el verdadero inventor del teléfono.
Históricamente la invención del teléfono se le ha atribuído al escocés-norteamericano Alexander Grahan Bell; no obstante, en junio de 2002, el Congreso de Estados Unidos reconoció que el teléfono fue concebido por un desconocido inmigrante italiano llamado Antonio Meucci
En la resolución, el Congreso reconoció que el teletrófono Meucci (así lo bautizó él) se mostró públicamente en Nueva York en 1860, 16 años antes de que Bell lo patentara. El veredicto estadounidense también asegura que "La vida y logros de Antonio Meucci deben ser reconocidos, así como su trabajo en la invención del teléfono". Entonces habrá que comenzar a cambiar los libros de historia.

¿Pero cómo sucedió?

...Bell, que hasta ahora era aclamado como uno de los principales inventores de la historia, se limitó a robar la idea cuando el italiano acudió inocentemente a la compañía en la que él trabajaba, la Western Union con los papeles del invento. Más tarde Meucci intentó negociar con la compañía, pero su escaso dominio del inglés, sus pocos recursos económicos (no pudo pagar los pocos dólares que costaba la patente) y el nulo apoyo recibido por las autoridades competentes le impidieron reclamar lo que era suyo. Meucci murió en la miseria y sin reconocimiento alguno.
Meucci nació en 1808, estudió ingeniería mecánica en Florencia, e ideó un sistema para permitir que los trabajadores del Teatro della Pergola se pudieran comunicar. En 1830 viajó a Cuba, y mientras trabajaba en métodos para curar enfermedades mediante descargas eléctricas, descubrio que la voz podía viajar mediante impulsos eléctricos a través de un cable de cobre. En 1850 viajó a Nueva York a desarrollar esta tecnología.

La historia de Bell
Bell había construido un telégrafo experimental, el cual comenzó a funcionar erróneamente debido a que una de las piezas se soltó. Este hecho le entregó a Bell una visión de cómo las voces se podrían reproducir a distancia. Con esta idea, él construyó un transmisor y un receptor, para los cuales recibió una patente el 7 de marzo de 1876.
Cuando Bell y su ayudante, Thomas A. Watson se preparaban para probar el mecanismo recién construido, a Bell se le derramó un poco de ácido en su pierna. Mientras tanto, en la otra pieza estaba Watson al lado del receptor cuando derepente escuchó claramente el primer mensaje telefónico: "Sr. Watson, ven aquí, te necesito! "
Algunas horas después de que Bell hubiera patentado su invención, otro inventor americano, Elisha Gray, entregó un documento advirtiendo a la oficina de patentes de los Estados Unidos que él, en California, había inventado el teléfono.Otros inventores, tales como Amos E. Dolbear, también hicieron demandas a la misma oficina por haber inventado el teléfono al mismo tiempo. Los pleitos fueron clasificados por varios individuos y la demanda de Bell de ser el inventor del primer teléfono tuvo que ser defendida en la corte 600 veces antes de que el Tribunal Supremo de los Estados Unidos decidiera en su favor debido a la zona horaria.

Historia de la central telefónica
La idea de establecer una central telefónica, por cuyo medio un teléfono pudiese conectarse con otro teléfono cualquiera, parece haber sido sugerida por Edwin T. Holmes , quien dirigió una central de esta clase en 1877, en conexión con su sistema de alarma contra los ladrones en Boston. La transmisión de la palabra, al principio, era tan incompleta, que el abonado tenía que referir al operador de la central el mensaje que había de ser repetido al otro abonado.

En la central con operadoras , que constituyó el adelanto tecnológico posterior , habían muchas empleadas, sentadas una al lado de las otras, delante de un cuadro de distribución telefónico.

Cada una de estas telefonistas estaba provista de un receptor y un transmisor, sostenido en su posición mediante una lámina o casquete, quedando así las manos libres. El frente del cuadro estaba perforado por un gran número de agujeros pequeños llamados "jacks" y al lado de cada agujero estaba colocada una diminuta lámpara eléctrica. Cada uno de estos agujeros representaba el final de una línea telefónica. Entre el operador y la cara vertical del cuadro había un estante estrecho, de donde sobresalían cientos de terminales con la extremidad de latón. Estos se llamaban "clavijas", e iban unidas a los cabos de cordones flexibles, de longitud conveniente.
Cuando un abonado descolgaba su receptor del gancho, brillaba una de las diminutas lámparas del cuadro, y la telefonista más próxima tomaba una de las clavijas y la insertaba en el jack adyacente a la lámpara encendida. La lámpara se apagaba , pero al mismo tiempo se encendía otra en el banco al lado del flexible. La telefonista entonces cerraba un conmutador situado en el banco o estante que conectaba su teléfono con el del abonado y decía : "¡Central!" Al recibir el número que se deseaba, la telefonista tomaba otra clavija, la conectaba bajo el banco a la primera, la insertaba en el jack que pertenecía al número pedido y apretaba un botón, que hacía sonar el timbre del teléfono de la persona a quien se llamaba.

Tan pronto como la persona, al contestar a la llamada, descolgaba el receptor del gancho, la lámpara adyacente al primer flexible se apagaba , indicando a la telefonista que había sido hecha la conexión pedida. Como el teléfono de aquélla era desconectado de la línea después de recibir el número deseado, quedaba la telefonista libre para establecer otras conexiones . Cuando el abonado en una línea volvía a colgar el receptor en el gancho, la lámpara adyacente al flexible correspondiente se encendía , la telefonista retiraba la clavija, apagándose la lámpara, y se volvía a colocar la clavija en el estante. En una central telefónica activa las lámparas del cuadro estaban continuamente encendiéndose y apagándose, acompañadas de las llamadas, " ¡central! ", y el tictac de las clavijas. Al visitante el frente del cuadro le parece sumamente sencillo; pero el reverso tenía una construcción más complicada.

El otro tipo de central, cuyo empleo se incrementó luego a medida que los automatismos fueron reemplazando progresivamente a las operadoras , fue aquella en que las conexiones que se hacían por medio una máquina automática, que era dirigida por la persona que hacía la llamada. En lugar de esperar a que la telefonista pregunte el número que se desea, el abonado, de un modo automático, conectaba su teléfono con el de cualquier otro abonado haciendo girar una esfera numerada con las cifras sucesivas del número del teléfono deseado. La máquina automática (un modelo típico se representa en ésta página ) conecta los dos teléfonos, y el abonado que llama puede entonces hacer sonar directamente el timbre del teléfono del otro abonado.
El aparato telefónico

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